23 de maig 2008

Si me lo cuentan no me lo creo!! (III)

III – MARVIM

Marvim es el mozambicano mulato con el que estuve compartiendo casa de febrero a abril de este año. Tras unas primeras dudas razonables sobre compartir casa con él, dado que se me presentó la oportunidad de hacerlo con una persona local creí que la experiencia podría valer la pena… ahora que todo ha acabado solo puedo decir que como mínimo será difícil olvidar todo lo que viví. Y es que si en algo coinciden todas las personas que en mayor o menor medida conocieron a Marvim es que el tío era muy raro…

Antes de repasar los hechos tendríais que saber que este chico de unos 34 años es economista y ha realizado varios estudios en Europa (Portugal y Ámsterdam que yo sepa). Aquí en Maputo trabaja como asesor sobretodo para nuevas empresas a las que les gestiona la tramitación y procesos para crearse según la legislación del país. A parte en su tiempo libre esta desarrollando un par de empresas propias (un sexshop virtual y una tienda de importación de coches al menos) que aún no han empezado a funcionar.

Vamos que el chico es culto y tiene iniciativa, en teoría…

…y digo en teoría porque aquí es cuando empezamos a repasar los hechos:

Recibimiento: Las cosas no empezaron muy bien ya desde que llegué al piso. El día que realicé la mudanza me di cuenta que a la ventana le faltaba uno de los cristales y que la puerta del cuarto no cerraba bien. Resultado? A las pocas horas de llegar se puso a diluviar y al no tener cristal se me inundo la habitación. Me pase dos semanas durmiendo con la puerta abierta a la vista de todo aquel que pasará por el pasillo y aún suerte que coloqué un cartón en la ventana porque NUNCA hizo lo más mínimo para arreglar eso.

Las llaves: esta es otra de cuando llegué… Se ve que había cambiado recientemente la cerradura y no tenia una copia de llaves que darme. Algo tan fácil como ir a la tienda y hacer una copia tardó poco menos de un mes en hacerse. Durante ese tiempo pues estaba un poco a su merced, por suerte el tio casi nunca salía de casa y solo me vi colgado un par de veces (en las que fui gratamente acogido en el predio de la AECID).

Katarina, la novia: Si el tenia 31 años, Katarina tenía 18. La típica chica bombón con menos luces que una calle de Maputo. Cuando estaba en casa solo se dedicaba a chatear por el msn y colgar tanguitas en la puerta del baño (esto último creo que era lo único bueno que tenia). Podríamos resumir su personalidad en la foto que tenia de escritorio en el móvil: su trasero con el tanguita saliendo por encima de los tejanos.

Las luces: El chico creo que tenia mal entendido el concepto de “los fluorescentes gastan menos”. Las luces siempre estaban encendidas. Asi de simple. Llegabas de fiesta un sábado a las cuatro de la noche… y la luz del recibidor, la cocina, el pasillo y el lavabo dadas. Incluso la del balcón estaba todo el dia encendida!!! Yo probé al principio de ir cerrándolas pero al final desistí, total era su casa y yo pagaba un precio cerrado por habitación y gastos…


Cual es la única luz de balcón abierta? Evidentemente la de mi buen amigo Marvim!

Los platos: No me importaría que el tio fuera un guarro que no limpiaba ni recogía nunca los platos (ya tenia una empleada que venia a casa de lunes a sábado para ello) si no fuera porque un día me llamo la atención porque algún día no lo había hecho yo…


Cuando no tiras los restos de comida después de cenar pasa esto.

El calentador: esta es sin duda para mi la mejor de todas. El calentador de casa estaba en la cocina y uno de los grifos goteaba. Cuando llegué Marvim comentó que estaba en tramites de arreglarlo. Evidentemente nunca hizo nada. Lo divertido es que el hombre tenia un jarrón de cristal debajo del grifo para recoger el agua. El jarron tendría una capacidad de… litro y medio y en poco más de una hora se llenaba. Esto significa que sobretodo por la mañana era normal encontrárselo rebosando tras toda la noche sin nadie vaciándolo. Yo un día le propuse a Marvim cambiar el jarrón por una nevera que tenia de estas de viaje de 29 litros y él: no, no… el jarrón queda bien aquí (como si fuera más importante la estética de la cocina a que estuviera inundada la mayor parte del día!!!)

El Sr. Costa: Su amigo del alma y compañero de trabajo. Un portugués de unos 55 años que habia estado en Portugal unos 10 días en toda su vida. Al principio se pasaba por casa todos los días y al final se quedó a vivir con nosotros. Que Marvim me cobrará más de lo inicialmente pactado con la excusa de que había un cuarto vacío para compartir no pareció importarle. Tampoco me avisó de ello. Al cabo de un par de días de verlo en casa durmiendo se me acerco y dijo: “El Sr. Costa se va a quedar a vivir con nosotros unos días”. Que yo sepa sigue allí...

Pues eso, mucha pachorra, muy frío el tío y al final casi tengo que agradecerle que me hechara de ahí. Total sino me hubiera ido yo por mi cuenta y ahora gracias a eso estoy compartiendo piso con 2 francesas y una gallega.

Y no penséis mal (o demasiado bien), pero el cambio ha sido realmente para mejor!!!

Lo mejor que tenia el piso sin duda eran las vistas, incluso en días claros se veía la isla de Inhaca que esta a más de 30 kilómetros!

16 de maig 2008

Si me lo cuentan no me lo creo!! (II)

II - EL FETICHO.

A las pocas semanas del post anterior, ya con el almacén listo y el material dentro, necesitábamos un terreno para hacer las tapas del drenaje (algo así como una planta de prefabricados pero a la Mozambicana). Hacia tiempo que había visto un terreno que reunía los requisitos: amplio y bien comunicado.

Fuimos a ver al propietario, Sr. Joao Comeia, y tras el típico tira-y-afloja llegamos a un acuerdo para trabajar allí: nosotros le limpiábamos el terreno y construíamos una letrina (que igualmente teníamos que hacer pues la que tenia daba pena) y el cedía el terreno hasta el final del proyecto.

El martes de la semana siguiente empezamos a trabajar. Enviamos a unas cuantas personas al terreno y yo me centré en los trabajos de desvío del agua que circula por el barrio. Todo parecía ir bien al final del día.

El miércoles me levanté pronto para volver al barrio a primera hora. Tal como tomé el camino hacia la Secretaria me encuentro al capataz con el Secretario y un grupo de gente…:

- No podemos trabajar en la parcela de Joao Comeia.- Sentencia el capataz.
- Porque??
- Tu eres europeo y no lo entenderás… resulta que hay un feticho en el terreno, el dueño no lo quiere quitar y los trabajadores se niegan a trabajar con eso ahi!!!

Pues nada, vamos para allá a ver el feticho, no? Yo ya no sabia que esperarme… Tal como llego me encuentro todo el terreno limpio impoluto menos unos dos metros cuadrados en el lado más alejado de la vivienda, justo debajo de un árbol. Al mirar a los trabajadores que descansaban en la parte opuesta con cara de duda me señalan el árbol

Me acerco. No veo nada. Me acerco más y me coge un trabajador:

- VIGILA!!!
- Que pasa?- Y me señala con el dedo una rama.


Era… no se… como una pezuña de cerdo medio podrida cogida por una cuerda. Atrás como un bolso y unas ropas estaban atadas a otra rama.

- No lo toques y mucho menos se te ocurra tirarlo!!!
- Esta bien, esta bien… estoooo…. Puedo hacer una foto?? es que sino en Barcelona no se lo van a creer…


La gente se asusta por nada...


De la pezuña no acabé de entender nada, pero las ropas se ve que pertenecían a una persona que murió y es como una manera de mantener su espíritu en la casa. Tras una serie de reuniones, algunas más personales otras en plan juicio popular, el Sr. Joao aceptó retirar los amuletos, pero los trabajadores seguían con miedo y Secretaria sentía muchas desconfiazas hacia él.

Pues eso… al final no me tocó otra que cambiamos de terreno pero manteniendo el acuerdo firmado con el Sr. Joao, estaba claro que todo lo malo que pasara en la obra a partir de entonces si nos quedábamos ahí seria culpa del feticho.

No valía la pena…

15 de maig 2008

Si me lo cuentan no me lo creo!! (I)

Primera de tres historias curiosas que han sucedido últimamente por aquí:


I - LA BOMBILLA.

A finales de marzo, con las obras a punto de empezar, los trabajos se concentraban en adquirir el primer material para construir. La secretaria del barrio nos había cedido un cuarto dentro de sus instalaciones con la condición que lo habilitáramos un poco y pusiéramos un guarda por las noches.

La cosa no fue fácil… contactamos con un herrero para que pusiera (otras) rejas en la ventana y un carpintero para que colocara una nueva puerta. Estos se demoraron bastante más de lo deseable en acabar sus trabajos y mientras tanto teníamos un montón de compras pendientes (sacos de cemento, herramientas varias, acero de armar…) de disponer de un lugar donde guardarlas, evidentemente hasta que no lo almacenásemos no podíamos empezar a trabajar.

La ventana aún acabo bastante pronto, pero la puerta era otro cantar… el carpintero se gasto el anticipo en otras cosas y no tenia con que hacer la puerta. Al final con las prisas se decidió coger a otro carpintero y gestionar con el anterior la vuelta del dinero.

El último paso fue elegir entre la gente del barrio a dos guardas que se turnarian el trabajo nocturno y listo… no? Justo según lo planificado!!! Asi que empiezo a llamar a todos los suministradores para que nos traigan el material lo antes posible y me senté en mi silla contento de haber podido cumplir los plazos previstos… que alegría.

Dos horas más tarde me llama Imerson…

- Hay que anularlo todo.- Me dice.
- Como??? Porque???
- Nos falta una bombilla.

Pues si, resulta que la secretaria no tiene electricidad y yo no había caído en eso (en todas partes hay electricidad no??).La Secretaria se negaba a que alguien estuviera ahí toda la noche completamente a oscuras (me parece lógico). La única solución era llegar a un acuerdo con la mezquita vecina, hacer una derivación desde allí y poner una bombillita para iluminar el patio del circo (donde esta la Secretaria).


…y yo solo me preguntaba como justificaría a Barcelona un retraso de 5 días en la planificación de 50.000 € por falta de una bombilla…

5 de maig 2008

Historias para no dormir

...pues resulta estábamos trabajando en la barrio hace un par de jueves tirando nuestro primer hormigón con mucha ilusión allí depositada... y muchos miedos!

Con todo el trabajo de ese día, acabábamos de hormigonar a las 4 de la tarde y la Secretaria del barrio sufría por si alguien nos robaba las planchas de encofrado o pasara por encima del hormigón fresco. La jornada de trabajo con la gente del barrio hacia media hora que había acabado y en teoría hasta el día siguiente nadie se quedaría en la zona de trabajo.

Con Imerson y Alberto propusimos a los voluntarios con los que trabajamos que si alguien quería quedarse el resto de la tarde y algo de la noche de guardia al día siguiente tendrían fiesta para poder descansar. La propuesta no sentó muy bien ya que lamentablemente ellos proponían recibir un dinero extra por ese trabajo y trabajar al día siguiente.

Por ahí no iba a pasar, así que fui muy claro y me negué a ello. Pese a esto un grupo de 3 personas creyeron que insistiendo me harían cambiar de opinión y aceptaron el trato. La verdad es que la sensación de que solo se hacen las cosas por dinero no me gustó nada así que decidí dar ejemplo y quedarme con ellos hasta tarde (aunque yo si que tenia que trabajar el viernes!).

Fue así como nos sentamos al lado de nuestro querido hormigón fresco y empezamos a hablar sobre nosotros y nuestras vidas mientras nos tomábamos una cerveza bien fresca. Al grupo se unió algún vecino amigo de ellos interesado por aquel blanco que se pasea por el barrio y que algunos insisten en llamar "chef" (y que yo detesto!).

Uno de ellos se me presentó como policía... la conversación fue mas o menos así...

- Ah, si? y vas con pistola o metralleta? - Bromeé yo.
- No, no... policía de barrio. Somos un grupo de gente del barrio que lo vigilamos porque hay muchos ladrones por aquí.
- Es cierto, yo también les ayudo cuando puedo.- Comentó uno de los voluntarios del proyecto.

Que curioso, pensé, así que seguí con el tema.

- Y que hacéis cuando cogéis a un ladrón?
- Pues lo cogemos, le decimos que devuelva lo que ha robado y lo llevamos a la comisaria de su barrio para que tomen cuenta de él.
- Y roban muchas cosas?- Hacia pocos días había visitado la casa de un voluntario y allí no me pareció ver nada con mucho valor...
- Normalmente no, pero a veces si que viene gente de fuera y roban bastantes cosas como mobiliario o bloques que tenemos guardados... algunos además cuando los pillamos empiezan a negarlo todo!
- Y en esos casos que haceís?
- Pues lo atamos a un neumático y lo quemamos en medio de la calle.


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