30 de març 2009

Gurue

No es intención de este blog el hablar de todo lo que pasa o sucede durante el viaje. Ayer describí el viaje en tren y no creía que Gurue iba a dar mucho de si. Me alegra haberme equivocado. Intento recordar lo que me seguro que me explico Pablo de este lugar (estuvo aquí un tiempo) y no logro recordar nada pero seguro que era bueno.
El centro se compone de pocas calles, en su día asfaltadas y hoy una mezcla de tierra, agujeros y piedras. El pasar de gente es abundante y continuo de manera que nunca parece faltarle vida al lugar. Las construcciones con suerte llegan a las dos plantas y, como en todo el país, demuestran el pasar del tiempo en cada metro cuadrado de sus fachadas.

Existe un inesperadamente grande mercado, en comparación al tamaño del centro con verduras, pescados y ropa principalmente. Alrededor mezclados con los árboles se esparcen las casas tradicionales que dan paso tras ellas a grandes extensiones de te formando bonitas alfombras verdes hasta las montañas que distan en el horizonte excepto en el norte donde estas están mucho mas próximas permitiendo observar su relieve y vegetación. Un lugar realmente tranquilo donde todas las personas parecen dispuestas a ayudarte.
Hoy por la noche iré al cine (si, hay cine aquí!!) a ver un filme mozambicano sobre la guerra de independencia (producción yugoslava, así que me espero cualquier cosa) y después a descubrir el ambiente del viernes noche. Mañana he quedado para dar una vuelta por las montañas, la cosa promete!!!

P.D. El mozambicano con el que había quedado me ha dado plantón, pero de todas formas me ha encantado la excursión que he hecho!! Pese a estar medio lloviendo continuamente y que el terreno era bastante resbaladizo (me he pegado un trompazo…) mientras iba enviando mensajes al mundo exterior he acabado resguardándome de la lluvia dentro una casita llena de carteles de la FRELIMO hablando con los dueños. A la vuelta he acompañado a unos niños a escuela. Algunos de ellos huían aterrorizados de esa extraña persona con la piel… blanca!!!!

Quizas lo malo es que llueve bastante y se enfanga todo...
(Por cierto, no he encontrado un teclado español, sino un corrector de textos.)

27 de març 2009

Nampula / Mutuali / Gurue

--- Esta entrada fue escrita en tiempo real, y transcrita al blog posteriormente (cuanta innovación que aporto, verdad?) ---

5:30
Primera parada en este trayecto entre Nampula y Mutuali que como novedad realizo en tren. He tenido que levantarme a las 4 para estar en la estación a las 4:30. Ayer compre el billete y el trayecto de 300 km me cuesta unos 8 euros.
Salimos con 15 minutos de retraso respecto la previsión de las 5 (porque en este país todo sale en teoría a las 5 y realmente lo hace mas tarde???) y en teoría me espera un trayecto de unas 10 horas hasta Mutuali y algo indeterminado hasta Gurue.
Hemos retomado la marcha y el paisaje cambia rápidamente. La ciudad acabó al poco de salir y empezaron los barrios periféricos. Tras ellos ya solo boscaje diverso. Ahora dominan las llanuras salpicadas por viejas montañas aisladas dispersas aleatoriamente y de diversos tamaños. Me recuerda a veces el típico paisaje chino o el que salia en la serie del “Dr. Slump”.
5:50
Paramos de nuevo. En mi compartimento (viajo en 2ª) un niño duerme ajeno al trayecto y su padre permanece a su lado sentado. Dos personas conversan junto a la ventana y otro yace en la litera superior. Yo soy el único que entra y sale sin parar en busca del mejor momento. Solo paro para ir escribiendo esto y aun así levanto continuamente la cabeza para asegurarme que no me pierdo nada.

Como por ejemplo esto...

6:05
Y paramos de nuevo. Las llanuras quedan atrás y hemos vuelto a los bosques. No es difícil apreciar un continuo de pequeñas casas lo que me recuerda que Nampula es la provincia del país mas densa. Creo que me voy a comer algo...
6:20
No comí pero me bebi un zumo de medio litro. He ido a ver la 3ª clase y me confirma que no debo tener tantos prejuicios. Cuando pregunté por la diferencia entre 2ª y 3ª me dijeron que 3ª iba “a bulto”. Yo me imaginé la gente de pie y apuntalada por lo que presentía imposible redactar “en directo” el viaje. Pues no. Son asientos alienados de dura madera, que aunque viajas mas apretado no creo que sea especialmente incomodo (y seguro que hubiera conocido gente interesante!!). Me vuelvo para allá!

Concepto mozambicano de "a bulto"
7:10
Acabamos de salir de Caramaja. Me pregunto si en alguna estación se cumplirán los 10 minutos de parada que vi ayer marcados en el horario, pues apenas empleamos 3 o 4 y de hecho tampoco hay mucha gente (quizás vamos con retraso, no se...). En 3ª ha habido algo de confusión: los guardas han requisado el material a unos vendedores que iban a bordo, en cambio a otros no les dicen nada, no lo entiendo. Uno de los apresados dice que los guardas lo que quieren es dinero.
7:50
Hace un rato paramos en Namina, por lo que 106 km han sido 2 horas 15 minutos, no está mal... Es una de las principales paradas y aquí si que se ha llenado de vendedores aprovechando la parada del tren. Yo me he comprado unas bananas. Ahora voy en plan bohemio sentado en el suelo frente a la puerta de salida, que permanece abierta y me permite apoyar los pies en la escalera de acceso. Es fantástico para ir viendo el paisaje!! (por cierto, han vuelto las llanuras con montañas) Esto acelera y escribir se complica. Sigo luego.

Otro que va en plan bohemio...

10.10
Hará cosa de 15 minutos me desperté por el ruido de la gente en la estación. Dos noches de combate contra los mosquitos en Nampula pueden conmigo y he optado por acostarme un rato. Sigue la marcha y me doy cuenta que aunque el paisaje se ajusta a la definición anterior, ha ganado en calidad. Se suceden las montañas en las que desearía poder alcanzar la cima. Esto me hace pensar que las decisiones de ayer de ir a Gurue y estar unos dias en Mulanje {por cierto, esto se ha pasado a word en Mulanje} han sido acertadas. Me gusta dirigirme al interior, aporta aire fresco a unos ojos demasiado acostumbrados a la costa.

11:40
BUAHH!!! Brutal. Cuando crees que no hay montaña que te sorprenda... aparecen tres! Estoy de chachara con un vendedor legal(resulta que tienen licencia) en un vagón de 3ª clase. Los olores aquí se mezclan entre sudores, orina, frutas y todo lo que va comprando la gente en las paradas (gallinas, paja...). Hará cosa de una hora hemos parado para cruzarnos con el tren de vuelta, una suerte pues las dobles circulaciones se realizan desde hace 2 días. Los vendedores corrían arriba y abajo en lo que sin duda es el sumun de la venta desde tierra. Ese punto también marca la mitad del trayecto, en mi caso algo menos pues me bajo en Mutuali, 50 kilómetros antes de Cuamba, que es la ultima estación.

Mitad de camino!

14:30
Llueve. Ahora ya no mucho pero hará cosa de una hora y media cuando estábamos parados en Muama lo hacia torrencialmente. Por lo que me ha explicado un guardia del que me he hecho coleguilla, se ve que existe una zona cercana donde la lluvia arrastra la piedra de la via y al maquinista le ha entrado miedo. Total, que hemos estado parados cerca de una hora que yo he aprovechado para dormir un poquito mas. Al final hemos proseguido la marcha lentamente y descubierto que esta vez no había pasado nada.
Las montañas se han hecho progresivamente mas presentes y escarpadas aunque el mal tiempo impide verlas con claridad. El tren frena para el ultimo apeadero antes de mi destino.
19:30
Acabo de llegar a Gurue. Fue bajar del tren y entrar en una carrinha con mas soldaduras que el Gugenhein y mas oxidada que la chimenea del Titanic, algo así como el Halcón Milenario de nuestros días. Mas de 3 horas por camino de tierra y la sensación que en cualquier momento el coche se partía en dos. Llegamos de noche y tras rechazar los hoteles de la ciudad me hospedo en una posada que parece una hacienda mejicana de hace 70 años (y eso porque hay electricidad, sino le tiraba 200...). Me voy a cenar algo, vaya día...
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Bueno, supongo que mis ex-compañeros de COMSA después de esto quieren algo de información adicional, ahí va:
Vía simple, con vía adicional en apeaderos y estaciones con traviesa bibloc de hormigón y un solo tirafondo por cara. El carril juraría que era continuo (no se oían casi uniones). La gestión de las lineas se hace como actualmente en España: La vía pertenece a CFM (Caminhos de Ferro de Mozambique), pero la gestión de los trenes lo lleva una empresa diferente, CDN (Corredor de Desenvolvimento do Norte).

Ahora si que esta la entrada acabada, no?

20 de març 2009

Porque vale la pena!

Me levanto a las 6 y tras comer algo en la pastelería de abajo del hostal donde me hospedo en Nampula cojo la chapa que me indicaron el día antes. En un principio parece ir vacía pero no tarda en llenarse de estudiantes. No se si es por esto, o quizás hubo algún malentendido cuando pregunté ayer, pero el caso es que cuando salíamos de la ciudad esta tuerce inesperadamente a la derecha dirección la escuela, por lo que no me queda otra que salir y hacer el resto del camino a pie.

La siguiente hora transcurre por la carretera preguntando por mi destino cada dos por tres a la gente que me cruzo. Cuando ya lo diviso tuerzo a la derecha y al poco me adentro en un pequeño poblado del que no tardo en convertirme en la atracción del día. Mi pregunta es siempre la misma: “Esa montaña de allí atrás,se puede subir? Tiene algún camino?” Tras la sorpresa inicial algunos se ofrecen como guías a pago, lo que yo refuso, pese a ello tres de ellos deciden acompañarme gratis para ver si cae algo de todas formas..


Mis compañeros de aventura y el Nanitio tras ellos.

Dejamos el poblado y empezamos a cruzar machambas (huertos particulares) mientras el terreno se inclina progresivamente y estas acaban dando paso a una vegetación mas densa que obliga a hacerse paso con las manos llevándote algún que otro rasguño.

El camino hasta la cima tiene tramos de piedra abrasada por el sol, maleza de difícil paso y incluso algún nido de hormigas rojas que te suben por brazos y piernas pellizcándote de manera que no te queda otra que arrancártelas de una a una (incluso muertas la cabeza se queda enganchada a tu piel) mientras te cagas en la madre que las parió a todas (nunca mejor dicho).

Vistas desde la cima, se puede ver Nampula a lo lejos.

Al fin llegamos a unos 20 metros de la cima y tras comprobar que sin equipo es inaccesible realizamos un merecido descanso. Es allí cuando Celestin, que a guiado el camino, me pregunta porque quería subir hasta allí. Se me hizo difícil responderle...

Cuando llegue en avión desde Beira el paisaje alrededor de Nampula me hipnotizó: una gran meseta repleta de viejas montañas redondeadas. Una vez en tierra y de camino a Ilha de Mozambique me fije en una de ellas, Nanitio según supe mas tarde, y me dije que al volver de Pemba la subiría. No era especialmente grande, ni bonita, había otras antes a las que no hice caso, así que no se... Porque estaba allí arriba con esos chicos?

“Porque tenia ganas de subir hasta aquí” respondí. Su cara demostraba que no me entendían. No les culpo. Es la misma cara que puso alguna gente cuando les expliqué que me iba un tiempo indeterminado de viaje...

Quizás porque entre hacerlo y no, creo que gano algo con la primera opción. La misma sensación que me llevó a Quissico o remontar el rio cerca de Solsona... Porque creo que vale la pena!

Para poder ver cosas como estas, por ejemplo...

Pemba, para no olvidar...

Algo mas de dos semanas es el tiempo que he Estado en Pemba, capital de la provincia de Cabo Delgado. Es aquí donde, como resultado de los extraños repartos de actuación que realiza la cooperación internacional, España concentra el grueso de su actuación, en los ámbitos de salud y educación entre otros.

Conocía a algunos cooperantes que trabajaban aquí y el resto tampoco fue muy difícil de localizar: van todos juntos, especialmente el viernes por la tarde que organizan un partido de voley-playa aprovechando las instalaciones del hotel de lujo de la ciudad. Con ellos descubro la cooperación oficial: a lo grande (presupuestos de 1 millón de euros anuales, el mio tenia 0,13) y asociada a las instituciones gubernamentales.

Se intenta potenciar la acción del gobierno, lo cual sobre el papel es de puta madre y a la practica pues no tanto... se manifiesta esto especialmente con las relaciones de las ONG’s españolas con la Dirección Provincial de Salud de Cabo Delgado (DPSCB), que en teoría seria la contraparte, y como tal tendría unas obligaciones, y se tiene a si misma como beneficiaria, molestándole enormemente que le digan como tiene que hacer las cosas (en una reunión planteo a las ONG’s que si se ponían muy pesadas lo mejor que podían hacer era marcharse!). Dicen que es un poco la postura oficial del gobierno: “tu dame el dinero y no te metas”. Después visitas los centros de salud de la provincia y te encuentras con radios y fuentes que no funcionan, incapacidad de avisar de las deficiencias por parte de un personal que no siempre tiene la formación necesaria o una gestión inadecuada de los residuos sanitarios (con el riesgo higiénico que eso conlleva). A mi me sorprende que gran parte de las consultas sean de pre o post natal y que la mayoría de los diagnósticos no varíen: MALARIA (sin apenas reconocimiento).


La paciencia con que esta gente espera la consulta del medico es toda una lección...

En educación no contacte con cooperación directa pero si conocí la falta de una política clara que padece la AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo). Presentas un proyecto y te dicen que es una mierda (tal cual), para al cabo de una semana te propongan llevarlo a cabo en cooperación directa (lo mejor que te puede pasar) y finalmente unos días mas tarde te acaban recomendando que mejor lo dejes estar...

De lo que es Pemba como ciudad para mi lo principal seria que es muy caro (un litro de leche vale 2 euros a modo de ejemplo). La lejanía de los centros de distribución y la pésima red de comunicaciones encarece los productos mas básicos y el poco turismo que recibe tiene un nivel que no se siente afectado por estos precios o son cooperantes a sueldo de manera que no hay mercado para servicios a bajo coste. Aun me sorprende que yo a los 2 días de estar allí, descubriera que en el mercado se comía por 1,5 euros! Los expatriados no necesitan saber estas cosas cuando se les incluye la dieta o su salario se dedica básicamente a comida y ocio (casa y coche suele ir a cargo del proyecto).

Por lo demás, la ciudad se encuentra en la punta de una gran bahía (la 2ª mas grande del mundo) y ofrece buenas vistas del mar y, sobretodo, de los barrios periféricos que se distribuyen en pequeñas laderas que acaban en el mar. También destaca el barrio de los pescadores “Paquitequete” que conserva las casas tradicionales sobre la playa y muestra lo que fue Pemba antes de llegar los portugueses.

La provincia tiene grandes potenciales de turismo de playa (no tuvo suerte ni nada España para que le “tocara” aquí cooperar, verdad?). Yo tuve la suerte de visitar la isla de Ibo, un tranquilo lugar donde habitaron también diversas culturas, aunque creo que la proximidad de mi visita a Ilha de Mozambique no me permitió valorar en su justa medida. Disfruté del paseo del domingo perdiéndonos por las calles y observando la vida local en casas que parecían de chocolate.


También estuve en Pangane... otro mundo!! Es una punta de tierra donde un mar en calma parece rodearte. Algunas islas a lo lejos, arena blanca y un bosque de palmeras que la preceden con un bonito poblado de pescadores que da nombre al lugar. Inmejorable compañía, buena comida y aguas cristalinas lo convierten en un Eden particular.

Otro mundo...!!

Pero el fin siempre llega y el martes salí de Pemba dirección Nampula. No fue fácil, pues aquí se han dado muy buenos recuerdos y sensaciones... pero tenemos que mirar hacia adelante y aceptar las cosas como vienen,no?

(por cierto, esta entrada no seria justa sin agradecer a Pau, Albert, Pedro, Gema y Irene por todo lo compartido estos días!!!)

10 de març 2009

Ilha de Mozambique

Una de las joyas de este país, y para mi de momento el lugar mas interesante, es una pequeña isla en la mitad norte de la costa: Ilha de Mozambique.

La importancia del lugar queda manifiesta cuando vemos que con el tiempo fue capaz de traspasarle el nombre al país que la albergaba y de hecho fue su capital hasta el siglo XVIII. Visitada por Vasco de Gamma en su primer viaje, ya era conocida mucho antes por los árabes que la habitaron en convivencia con los africanos autóctonos. Es precisamente esta mixtura cultural su principal atractivo.

Su cercanía a la costa y la poca profundidad de las aguas que la rodean facilitó la construcción de un pequeño puente que permite el tráfico de personas y vehículos. En mi caso llegué en la caja trasera de un camión que hacia las funciones de autobús interurbano. La falta de paredes y la posición elevada donde me encontraba me ofrecían una vista privilegiada del paisaje cuando realizábamos los primeros metros hacia la calle central. Aunque el panorama no se asemeja a nada que hayas visto anteriormente en libros o fotos no necesitas muchos conocimientos para sorprenderte con el aire islámico que tiene este primer tramo. A ambos lados lados de la orilla se divisan las mezquitas, pequeñas edificaciones y vivos colores en las ropas de las mujeres.

Rápidamente, cuando entramos en la calle principal, el ambiente se vuelve mucho mas africano. Las viviendas aquí se encuentran muy por debajo del nivel de la calle debido a que los portugueses utilizaron las tierras para construir la fortaleza que se encuentra al final de la isla. Una vez vences el temor inicial de descender a estos barrios descubres que su profundidad aísla la zona del entorno. Construcciones de barro y caña parecidas a las que vi durante el trayecto para llegar a Ilha parecen ignorar que unos peldaños más arriba existe otro mundo que situarías a mas de cuatro mil kilómetros.

El último ingrediente de esta ensalada cultural son los portugueses que se establecieron en la mitad norte. Diversos edificios coloniales, la mayoría en deplorable estado de conservación y incluso algunos semiderruidos, se entrelazan con viviendas de una o dos plantas en igual estado. En conjunto un aire muy mediterráneo (y post-apocalíptico si, pero mediterráneo al fin y al cabo..) que mas de una vez me recordó a Vilamaniscle, un pequeño pueblo interior del Alt Empordà con el que por razones familiares tengo bastante contacto.

Actualmente Ilha de Mozambique es patrimonio mundial de la Humanidad por la UNESCO y existen diversas actuaciones públicas y privadas para rehabilitar la isla. Las malas lenguas dicen que la quieren convertir en un centro turístico de lujo que obligaría a sus habitantes a abandonarla debido a los precios, reduciendo el lugar a un conjunto de hoteles y restaurantes. La verdad es que existen bastantes rehabilitaciones de viviendas que por lo que pregunté van en ese sentido, pero aún falta mucho para llegar al destino que le atribuyen.

Los niños de la isla disfrutan de una manera irracional cuando les haces fotos!

Así que ya sabéis: si queréis visitar esta isla, considerada una de las perlas de la costa indica africana, aún estáis a tiempo… pero tampoco os podéis dormir!!!





9 de març 2009

Avui a Thalassa

(Thalassa es un programa de la televisión catalana que ofrece reportajes sobre la relación del hombre y el mar desde diversos puntos de vista).

El dia empieza pronto, a las siete de la mañana hemos quedado con Abdul, un joven de Ilha de Mozambique, enfrente del hostal donde nos hospedamos Domingo, un francés que me acompaña, y yo. Confirmamos la excursión y en el tiempo que el ultima los preparativos a nosotros apenas nos da para un pequeño desayuno de pan y mantequilla.

A las 7:45 nos viene a buscar con prisas: la marea esta bajando y hay que salir cuando antes. Podríamos recriminarle no haber avisado antes, pero en un país como Mozambique estas cosas son habituales. Cruzamos la isla y cerca del museo nos espera una pequenha barca con vela arábica.
Subimos y lentamente nos alejamos del embarcadero. Nos acompañan Aliese, nuestro guía, Amilio, dueño de la barca y João que aprovecha el viaje para volver a casa. El trayecto hasta Cabeceira Pequenha, al otro lado de la bahía es de apenas 2 kilómetros,pero la suave brisa exige paciencia.



No tardamos en comprobar que las advertencias de Abdul eran serias y el fondo marino cada vez se ve mas cercano. El poco calado de la barca y la pericia de Amilio nos salvan de más de un banco de arena pero finalmente tenemos que desembarcar y hacer el ultimo tramo a pie.

Nos aprovisionamos de agua en un pozo local y en Cabeceira Pequenha nos despedimos de João. De ahí a la playa son apenas 15 minutos entre manglares que atravesamos gracias a la baja marea. La vista al llegar es espectacular. La marea ha tranquilizado la mar y le permite mostrar el azul claro que le da la arena blanca. Al horizonte se divisan montañas de nubes blancas, pero sobre nosotros el cielo no puede ser mas puro. Treinta minutos al norte bajo un sol abrasador esta nuestro destino: dos pequeños arboles sirven de refugio a un grupo de 6 personas. Charlan tranquilamente mientras restan a la espera. Un fajo de peces atados con una hoja de árbol nos avisa que algún pescador ya ha vuelto y que el resto no tardaran.



Aprovechamos el poco tiempo que nos queda para tomar un baño rápido en las cálidas aguas del Índico e inmediatamente después empezamos a recopilar leña con la ayuda de Aliese, que solo parece colaborar cuando Domingo se lo indica.

Acabamos justo a tiempo cuando empiezan a llegar las pequeñas barcas, apenas canoas, de los pecadores. Se hicieron a la mar a las seis y después del mediodía inician su vuelta. La escena se repite con cada uno de ellos: a su llegada algunos de los que aguardaban en la playa, normalmente los más jóvenes, acuden a ayudar al recién llegado. Entre todos cargan la barca hasta el borde superior de la playa, donde ya no llega la marea. Es ahí mismo donde se negocia el precio de la pesca. Un pez piedra y cuatro calamares nos salen por 60 MT, que con los 10 previos por unos limones, sal y piri-piri (picante) hacen un total de poco mas de 2 euros.


Domingo se encarga de preparar la comida. Ha trabajado de cocinero en diversas partes del mundo y incluso montó un restaurante en París que acabó traspasando para poder seguir viajando. Maneja el cuchillo con soltura y mediante unos simples cortes transversales y una salsa de limón, sal y piri-piri prepara el pescado. Los calamares aún resultan mas fáciles: directamente sobre las brasas del fuego. Mientras tanto siguen llegando pescadores y negociando precios.



Cuando nosotros empezamos a comer las tareas a nuestro alrededor ya son de limpieza de las capturas y juntarlas en paquetes para llevarlos al pueblo. Ahí serán minimamente congeladas y transportados a Nampula, la segunda ciudad mas poblada del país. Con todo este proceso habrán ganado unos 5 MT por pieza, lo que hace unos beneficios de más de 100 euros mensuales, nada mal en un país donde el salario mínimo ronda los 55 €.


Vease la calidad de las armas locales...

Acabamos de comer y ya estamos solos en la playa. Acompaño a Domingo hasta un lodge cercano donde nos despedimos. El se vuelve a Ilha para permanecer hasta el 3 de marzo para luego volver a Maputo, Isla de Reunión y finalmente París, donde le espera un trabajo. Yo me voy a Chocas, el pueblo de la zona, para seguir mi camino hacia Pemba el día siguiente.

Después de un día como ese uno se pregunta para que sirven las teles si puedes vivir los programas desde dentro…