8 d’oct. 2008

Zimbabwe, primer asalto.

La primera entrada al país fue por el norte, desde Kasane (Botswana) para recorrer 70 km y llegar a Victoria Falls (no se mataron mucho con el nombre) donde se ubican las cataratas más grandes del mundo. Para variar en este viaje, llegamos de noche a la ciudad después de todo un día conduciendo desde Nata y claro, sin luna trasera (ver dos posts anterior). El trayecto en su mayoría había transcurrido por rectas infinitas cruzando estepa y campos de girasoles quemados por el sol. Fue solo al llegar cerca de la frontera que el microclima creado por el rio Zambeze nos aportó palmeras y bosques que nuestra vista agradeció después de tanto clima árido botswano.




De ruta por Botswana.

Era tarde y no nos parecía excesivamente seguro circular por una ciudad que parecía desolada y oscura, ya que como el alumbrado público no funcionaba se hacia difícil distinguir a la poca gente que circulaba por las calles. Fue así que entramos en el primer lodge que vimos un poco céntrico y preguntamos al dueño si tenían zona de camping. “Claro que si, seguidme” fueron sus palabras. Empezamos a cruzar diferentes construcciones a modo de habitaciones aisladas y llegamos al parking trasero de coches. “Podéis acampar aquí” y nos señalo una pequeña zona de unos 4 m2 con césped delimitada por una valla de unos 20 cm de altura. En su interior crecían un par de plantas con grandes flores y se hallaba una enorme piedra con el nombre del lugar grabado. No había ninguna duda: eso no era la zona de acampada, era un jardín.

Ignacio y yo nos miramos y entendimos rápidamente que ese hombre estaba desesperado por conseguir que nos quedáramos allí. Evidentemente el hombre necesitaba turistas para que su negocio funcionara y dada la situación del país estos escaseaban enormemente.

“Mmmm… y no tienes cuartos?”

“Si, son 90$ cada habitación de dos”

“Vaya… es que somos 3 personas. No tendrás algún cuarto para 3?”

“Claro, os dejo 2 habitaciones por el precio de una”

“90$? Es que solo tenemos euros… cuanto costaría en euros?”

“Lo mismo, 90€”

“No puede ser… el cambio esta a 1,5!! Eso son 60€…”

“Ningún problema, 60€”

Y de esta manera el hombre solo hizo que darnos facilidades (llegamos a plantearnos de pedirlo la mano de su hermana…), lo que fuera antes de que nos marcháramos!

Tenéis cena? Claro! Acabó resultado un mas que modesto arroz blanco con pollo asado.

Tenéis Internet? Claro! Magnifica conexión telefónica de 56K (al menos no nos cobró por ella).

La luz del día siguiente nos ayudó a ver la situación con más claridad. Victoria Falls era una ciudad con un pasado glorioso gracias al turismo pero que sin él había entrado en decadencia. Por las noches cortaban agua y luz en toda la ciudad y tardaban en reponerlos por la mañana. De día locales cerrados, gente deambulando y un ambiente de ciudad fantasma, se vivían al circular por sus calles. Ese día, a modo de ejemplo, habría unos 30 turistas visitando el espectáculo natural (me creería que en su momento fueran más de 400) y encima muchos de ellos dormían en Livingston, Zambia a unos 7 km de allí, y entraban en Zimbabwe por la única razón que las vistas ahí son mucho mejores.

Yo en las Victoria. Esta foto fue el inicio de todo un cachondeo a partir de la expresión "los templarios, que buena gente" que hizo el viaje mucho más divertido (no intentéis entenderlo...).

Por cierto, aunque no tenga mucho que ver con la temática de este post os recomiendo enormemente que si visitáis este lugar, ya sea desde Zambia o Zimbabwe, y tenéis el valor suficiente (lo necesitareis) que hagáis el rafting del Zambeze. De los más grande que he vivido nunca!!

El rafting comienza aqui. Al pie de las cataratas!!

2 comentaris:

Unknown ha dit...

Accepto la recomanació d'aquest rafting pero si em vaig espantar una miqueta baixant per Sort fa anys no m'imagino per Zambia jeje.

Bones festes !!!
Caguetes

Unknown ha dit...

Vull dir Zimbabwe ho sento.