Ainda vivo.

El pasado domingo Mario volvió a Italia.

El que fue mi compañero de piso en mi etapa en el “33 andar” entre principios de diciembre hasta finales de enero acaba su aventura africana y se vuelve a la fría Europa. Atrás quedan nuestras charlas, cervezas y puros intentando reflexionar sobre el futuro de este país, propuestas de trabajos que siempre rehusé y cotilleos políticos de los que nos creíamos afortunados conocedores. Utilizábamos un extraño portugués prostituido sin piedad a base de italiano, español y algo de inglés que por suerte fue mejorando con el tiempo pero que de todas formas servia para su noble propósito: comunicarnos y compartir experiencias.

Mario, como buen economista, me reveló proyectos guardados en los cajones de los ministerios, algunos para siempre (autopistas que se convierten en carreteras, presas que nunca se construyeron pese a contar con su financiamiento) y otros deseosos de hacerlo lo antes posible (como el de sustituir las chapas de Maputo por autobuses a metano aprovechando yacimientos cercanos y así de paso limitar el poder que estos transportes ya han demostrado tener en la capital). Yo, humilde de mi en este mundo que cada vez me sorprende más, en plan más intimista relatando mis batallas, las derrotas y victorias que van marcando el camino.

Que gente con la que aquí has llegado a compartir cosas importantes se marche viene a significar dos cosas: o has vivido mucho o llevas mucho tiempo. En mi caso supongo que es un poco de todo.

Por una parte, vuelves la mirada atrás y descubres con cierta sorpresa que ya llevas 3 meses en esta pequeña aventura en la que esta pasando de todo, que no es poco!! Y después tienes que aquí todo huele a nuevo, incluso yo que creía llegar con un pasado al final he tenido que renovarme, reinventarme, casi renacer para poder seguir enfrente. Lo bueno de este proceso es que no empiezas de cero y tienes la oportunidad de elegir con que parte de ti sigues y que es aquello con lo que mejor no contar, tampoco es una elección siempre voluntaria y nadie te asegura que consigas lo que te dispones, pero te haces ideas, intenciones, y las intenciones siempre son importantes.

Llevo unos días preguntándome quien soy, si realmente he renacido cual ave fénix, o total sigo siendo el mismo de siempre (tanta vida para esto!)… yo siempre he sido de los que cree que la gente simplemente evoluciona, pero el tiempo dirá. Vosotros, aquellos que me conocéis de antes, seguéis aquí y me veréis después, no dudéis en mostrar vuestras opiniones (los cambios siempre son más evidentes desde fuera que desde dentro, verdad?)

Mario se ha ido. Nikita lo hace el próximo lunes. Otros llegan, como Alicia la semana pasada o Ferran mañana mismo. Tan solo una muestra de la temporalidad que me rodea. Hace unos posts me alegraba de ello como una ayuda a relativizar las cosas y no tomarme nada muy en serio… ayer hablando con Alícia empecé a dudar de ello. Vuelvo a pecar, el mañana siempre esta presente por mucho que insista en negarle su existencia… algo más a apuntar sobre mi mismo supongo.

Bueno de momento yo sigo en Maputo intentando aprovechar los días y hechos que se suceden.

Ainda vivo.