31 de jul. 2008

Back in black

Creo que ya lo comenté en la anterior entrada pero vale la pena insistir:

Estoy como en casa.

Así de simple y llano. He vuelto de Barcelona y quizás la sensación que más he tenido desde entonces es que estoy bien aquí. A gusto.

Sin darme mucha cuenta y tampoco perseguirlo especialmente saludo a la gente del barrio de Maxaquene A y lo hago muy diferente a cuando llegué. Recuerdo que en las primeras visitas que realicé con Pablo (un asturiano que nos ayudó durante los primeros meses del proyecto) notaba mucha diferencia entre su manera de saludar y la mía. El decía las palabras correctas para cada persona y lugar de manera que era fácil acabar poniéndoselos en el bolsillo. Finalmente yo he aprendido el juego, los juegos de palabras, los gestos y me los he hecho mios de manera que ahora supongo debo ser yo el referente de los estudiantes que llegaron hace un par de semanas. (Aunque tengo que reconocer que yo no dejaré nunca de ser un ingeniero racional por lo que Pablo en este aspecto siempre estará un paso por delante de mi!!).

Me gusta pasear por el barrio y oír a los niños detrás de mí repetir mi nombre (incluso se lo han puesto a un gato!!!), me gusta estar con ellos y demostrarles que el mulungu del barrio no es tan raro, que se esfuerza en aprender cosas en Shangan (su lengua local) y verles reír cuando les suelto alguna de las frases que voy aprendiendo. Me gusta hablar con las mamas y escuchar sus vidas, sus problemas, sus luchas y que los vecinos me paren por la calle para preguntarme dudas sobre el trabajo y verles agradecidos por las respuestas que les doy. Me gusta que me saluden ya no como a un extraño sino como a un vecino más.

O lo mismo con la policía pero al revés, ya los veo venir si quieren “propina” o realmente están haciendo su trabajo. Si se inventan alguna ley (permiso para circular a pie por la ciudad??) o están usando competencias que no les tocan (un policía de tráfico pidiéndome el pasaporte???). Disfruto con esas batallas de silencio mirándose a los ojos en los que ellos intentan ponerme nervioso y yo les muestro la mas grande de las tranquilidades.

Moverme con el coche y saber los atajos, los lugares con más congestión de tráfico y las horas (algo que los locales aún no saben!!!), no ponerme nervioso cuando tienes una chapa contradirección (aunque la compactadora sin luces en medio de una calle oscura de noche de hoy ha sido toda una experiencia!!!), conducir un poco a la mozambicana y saber lo que haces mal…

Quedar con los amigos de aquí, explicarnos la experiencia del día, conocer al friki de turno (el cowboy de la semana pasada en chándal no tenia precio!!!), ir solo al Gil Vicente a tomar una copa y encontrarte con tanta gente conocida que acabas saliendo a las tres de la mañana (y porque al día siguiente por la mañana has quedado, que sino…)

Podríamos resumirlo en lo que le dije a Javi hace dos sábados por la mañana cuando íbamos para la Baixa:

- Sabes como me siento? Como si lleváramos una vida en esta ciudad!


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Bueno, me he dado cuenta que últimamente escribo mucho y no enseño fotos, así que ahí van algunas para compensar, ok? Disfrutadlas!!!


En el barrio buscando soluciones para hacer una letrina semi enterrada con el nivel freático a 20 cm del suelo.


Comiendo en el barrio.


La cervecita de todas las tardes, en este caso con Manolo.


Partidito de futbol playa en Bilene, mano a mano (o pie a pie?) contra Javito.


Reflexionando sobre el futuro.


Momentos despues de reflexionar sobre el futuro dandome cuenta que he pisado algo...


10 de jul. 2008

Visc(a) Barcelona!!!

Las cosas tienen su propio camino... la Barcelona que dejé atrás hace siete meses ha seguido el suyo. Las campañas del ayuntamiento aumentan su peculiar estilo “cool” que desde la distancia se me hacen bastante cutres, las calles denotan un creciente snobismo, los turistas siguen poco a poco viciándolo todo... De la misma manera todo lo que tenía ahí dentro ha evolucionado, al igual que yo. La distancia te ayuda a ver las cosas con más perspectiva.

Volver a Barcelona me ha traído un montón de buenas sensaciones. La familia, los amigos… volver a coger la bici fue una de las mas extrañas. Las primeras pedaladas fueron todo un subidón donde los últimos dos años en Barcelona invadieron mi cabeza, demasiados recuerdos en poco tiempo. Recorrer las calles, recordar los pequeños trucos para esquivar semáforos o cruces peligrosos... resultaba gracioso. Me alegró ser consciente que pese a todo el tiempo que he estado fuera no he perdido la familiaridad con la ciudad. Lo mejor fue dejar el MP3 en la mochila, conectarse al iPod significaba cerrarme en mi mismo y lo que yo necesitaba era justo lo contrario, expandirme para sentir todos los pequeños detalles que me rodeaban.



En esta expansión los recuerdos más agradables me han sorprendido por el olfato, supongo porque, como decía una vieja amiga, es un sentido mas primario y al que no estamos tan acostumbrados. Algunos olores traspasaron la razón y despertaron las partes más primarias de algunos recuerdos. Me alegra saber que puedo añadir uno nuevo a la lista de los más irracionales (donde están, por ejemplo, el pelo de mi padre o la colonia Allure).

La verdad es que este tiempo aquí ha sido muy productivo a nivel personal. Tenia curiosidad para ver como me sentiría y que sensaciones tendría. Para bien y para mal tengo las cosas mas claras, así que puedo centrarme más en conseguirlas u olvidarlas, según el caso. Poco a poco parece que se aclaran mis ideas y como ya le he comentado a mucha gente parece que (en parte lamentablemente) Barcelona no figura en ellas. Quizás hubiera sido preferible callarmelo un poco pero últimamente tengo la mania de hablar demasiado, bueno… tampoco me ha ido tan mal así que de momento seguiremos así.

Por otra parte hablar de futuro se me ha hace bastante abstracto últimamente. Yo que era el señor planificador de todas las cosas he dejado eso atrás y me limito en pensar en las sensaciones que quiero vivir, el como y donde ya van surgiendo con el pasar de los días. Alguien me recordaba una noche en la playa que el futuro no esta escrito, y aunque sea cierto tampoco implica que sea totalmente independiente de todo aquello que lo precede. Imaginaros un libro donde el final es incoherente con todo lo que ha pasado antes, a nadie le gusta ese tipo de historias. También es verdad que suele haber más letra de la que vemos a primera vista y que tenemos la manía de leer demasiado deprisa… ya se verá. En todo caso no hay duda que decisiones que tomé a partir de ahora estarán influenciadas por estos días.

Y ya esta! Volví a Maputo ya hace una semana y tras el alboroto de cambiar de casa y volver a asentarme recuerdo ahora esos días y se me hacen muy lejanos, como si hubieran sido un sueño. Aquí las cosas también llevan su camino, quizás mucho más rápido porque en solo dos semanas ya se son palpables.

Las cosas tienen su propio camino, ahora solo falta saber a donde queremos ir para poder montarnos a las apropiadas.